4 muslos de pollo
1 manzana
6 ciruelas pasas sin hueso
12 pasas de uva o arándano
2 cucharadas soperas de piñones
1 cucharada de almendras fileteadas
1 cebolla
1 puerro
1 vaso de caldo de pollo
un chorreón de vino dulce
Limpiamos los muslos retirando si tuvieran algún plumón o quemándolos en el fuego y los marcamos en una fuente apta para horno, hasta conseguir que queden ligeramente dorados.
Reservamos los muslos y freímos a fuego lento la cebolla y el puerro picados finos hasta que se empiecen a caramelizar. Reintegramos los muslos y los metemos al horno precalentadoa 180º con calor arriba y abajo. Hidratamos las ciruelas y las pasas en agua templada.
Cuando los muslos lleven 20 minutos en el horno, añadimos las ciruelas, las pasas, las almendras fileteadas y los piñones, dando la vuelta a las piezas de pollo para que se doren por el otro lado. Incorporamos también el caldo y el vino dulce y dejamos que el pollo se cocine durante otros 20 minutos.
Al ir girando las tajadas de pollo, conseguiremos que se vayan dorando de forma uniforme mientras se cocinan y toman los sabores de todos los ingredientes. Pelamos la manzana y la cortamos en gajos, para que parezcan patatas de guarnición. Las incorporamos a nuestro asado y giramos de nuevo las tajadas de pollo. Dejamos otros diez minutos y gratinamos otros tres minutos más para que las manzanas que ya estarán bien asadas tomen un color dorado.